Miro las fotos de las últimas vacaciones y veo a un extraño abrazando a mi novia.
Y en el video de la boda de mi hermano… lo veo también, bailando con mi madre.
Y cada mañana, lavándose los dientes, en el espejo.
¿Quién es ESE?
Se parece a mi, pienso. Pero ese NO SOY YO.
De alguna manera… me es ajeno. Hay una distancia.
El sólo pensar en él… lo aleja. Lo transforma en paisaje.
Porque el vive ahí fuera y yo aquí dentro.
Hay una frontera. Un abismo.
La piel nos separa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario